Cuatro años después, el final (sí, en singular) de Mass Effect 3 sigue levantando ampollas entre los fans. Para bien o para mal, esa herida nunca se cerrará del todo y BioWare ha optado por la única solución posible: pasar de puntillas sobre los cristales rotos para no cortarse y enfocar Andromeda como un nuevo inicio que no tendrá en cuenta ninguna de las opciones del final de la trilogía de Shepard. O, mejor dicho, planteará un escenario compatible con cualquiera de los "colores" que escogieran los jugadores.
Eurogamer ha arrinconado al jefe del estudio, Aaryon Flynn, y al guionista jefe Mac Walters (escupitajo en el suelo) en busca de respuestas, y aunque la pareja no se ha ido de la lengua más de lo necesario, sí ha aclarado algunas cosas que nos permiten hacernos una mejor idea sobre las conexiones de esta nueva entrega con las de la anterior generación.
Flynn ha sido claro en su intención de negar un final canónico concreto, tanto que quizá el propio destino de la Vía Láctea sea un misterio incluso para los personajes de Andromeda: "Queremos que esta sea una nueva historia y sería muy difícil decir que es una nueva historia si necesitas saber cómo terminó la pasada trilogía. Lo hemos hecho de tal modo que permite que todas las decisiones que has hecho permanezcan intactas en el universo, pero también permite el comienzo de una nueva historia".
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