La regla de tres es una herramienta matemática útil para resolver varios tipos de problemas que pueden surgir en la vida cotidiana. Existen dos tipos de regla de tres: la simple y la compuesta. Ambas se utilizan para encontrar un valor desconocido a partir de otros valores conocidos.
La regla de tres simple es utilizada cuando tenemos dos valores conocidos y queremos encontrar un tercer valor. Se llama simple porque solo se requiere una operación matemática, generalmente una multiplicación o una división. Se utiliza principalmente en situaciones en las que hay una proporción constante entre dos cantidades. Por ejemplo, si sabemos que 3 manzanas cuestan $6, podemos encontrar cuánto costarían 5 manzanas: 3/6 = 5/x, lo que nos da un valor x de $10.
Por otro lado, la regla de tres compuesta se utiliza cuando tenemos tres o más valores conocidos y queremos encontrar un valor desconocido relacionado con todos ellos. Se llama compuesta porque se necesitan varias operaciones matemáticas, generalmente multiplicaciones y divisiones. Este tipo de regla de tres se utiliza en situaciones en las que hay varias proporciones entre las cantidades involucradas. Por ejemplo, si queremos saber cuánto tiempo tardaríamos en recorrer una cierta distancia a una velocidad promedio, necesitaríamos saber tanto la distancia como la velocidad, así como el tiempo que tardamos. Podemos usar la regla de tres compuesta para encontrar esta información: distancia/velocidad = tiempo.