Cuando hablamos de topografía, se hace referencia a la disciplina que se encarga de estudiar la descripción de la superficie terrestre. En este sentido, los polígonales son una herramienta fundamental para los topógrafos, ya que se utilizan para realizar mediciones precisas de un terreno determinado.
En términos generales, los polígonales se definen como una serie de puntos que se conectan entre sí con objeto de delimitar un área específica. Estos puntos suelen ser controlados por balizas u otros tipos de marcadores, lo que permite obtener mediciones más exactas. A su vez, estos conjuntos de puntos se relacionan entre sí mediante líneas rectas, las cuales conforman los lados del polígono.
En la práctica, los polígonales se utilizan para medir superficies planas o ligeramente irregulares. La idea es dividir el terreno a medir en una serie de triángulos, de forma que estos puedan medirse de forma independiente y a su vez, se puedan obtener las medidas finales del terreno completo en función de la suma de las áreas de los triángulos.
Para realizar una medición con polígonales, se procede a la ubicación de los marcadores en los puntos estratégicos, lo que permitirá la realización de las mediciones precisas mediante el uso de herramientas específicas, como pueden ser los teodolitos o los niveles láser. Además, la exactitud de las mediciones dependerá en gran medida de la distancia entre los puntos del polígono y el número de lados que conformen el mismo.
En conclusión, los polígonales son de gran utilidad en la topografía, ya que permiten obtener mediciones precisas y exactas de terrenos y superficies mediante la conexión de puntos estratégicos y la realización de mediciones específicas. Además, gracias a la tecnología actual, se han creado herramientas que permiten realizar este tipo de mediciones con mayor rapidez y precisión que en el pasado.
Una poligonal es una sucesión de puntos conectados por segmentos de recta que forman una figura cerrada y poligonal. Esta figura se utiliza en topografía y cartografía para medir distancias y desniveles en terrenos.
La poligonal se compone de una serie de vértices y sus correspondientes ángulos y longitudes de los segmentos que la conforman. Estos datos se plasman en un plano cartográfico para poder visualizar las mediciones y realizar cálculos.
La utilidad de la poligonal reside en su capacidad para medir con gran precisión longitudes y ángulos en terrenos difíciles de medir con otros métodos. Se utiliza especialmente en trabajos de ingeniería civil, geología y arquitectura para la construcción de carreteras, puentes, edificios y obras hidráulicas.
Para la realización de una poligonal, se utilizan herramientas como estaciones totales, niveles de burbuja y cintas métricas. Con estas herramientas, se toman las mediciones necesarias para obtener los datos que se plasmarán en el plano cartográfico.
En resumen, la poligonal es una herramienta esencial para la medición y cálculo de terrenos en trabajos de topografía y cartografía. Su precisión y capacidad de medición la convierten en una herramienta imprescindible en construcción de obras civiles y arquitectónicas.
En conclusión, las poligonales son herramientas esenciales en el trabajo cartográfico y topográfico, permitiendo la medición de ángulos, determinación de superficies y ubicación de objetos en un mapa o terreno.