Las funciones lineales son aquellas que presentan una relación directa entre variables, es decir, su gráfica es una línea recta. Por lo tanto, para identificar si una función es lineal o no, es necesario analizar la forma en la que están relacionadas las variables de la función.
Una función lineal se representa de la siguiente manera: y = mx + b, donde m es la pendiente de la recta y b es el punto de intersección con el eje y. Si la función no cumple esta forma, no será lineal.
Otra forma de analizar si una función es lineal o no, es viendo su gráfica. Si la gráfica forma una línea recta, entonces la función es lineal. Si por el contrario, la gráfica es curva, entonces la función no será lineal.
También es posible calcular la pendiente de la función, si esta existe. Si la pendiente es constante a lo largo de toda la función, entonces será lineal. Si por el contrario, la pendiente varía en diferentes puntos de la función, entonces esta no será lineal.
En conclusión, para identificar si una función es lineal o no, es necesario analizar su forma de representación, su gráfica, y si su pendiente es constante. Si la función cumple con la forma y características de una función lineal, entonces podremos afirmar que es lineal.