Un polígono de seis lados se conoce como hexágono. Este tipo de figura geométrica es común en la naturaleza, la arquitectura, la informática y muchos otros campos. Una de las características más importantes de cualquier polígono es la cantidad de ángulos que tiene, y el hexágono no es la excepción. Como su nombre lo indica, un polígono de seis lados tiene seis ángulos. Cada uno de estos ángulos se forma en la intersección de dos lados del polígono. Un ángulo en un hexágono puede tener diferentes medidas, incluso si todos sus lados miden lo mismo. Esto se debe a que la medida del ángulo está determinada por la distribución del polígono y sus lados.
La sumatoria de los ángulos interiores de cualquier polígono siempre es igual a (n-2) x 180, donde n es la cantidad de lados del polígono. Por lo tanto, en el caso de un hexágono, la sumatoria de sus ángulos internos es de 720 grados. Dividiendo este valor entre la cantidad de ángulos del hexágono (6), obtendremos que cada ángulo interior mide 120 grados.
Es importante destacar que los hexágonos se pueden dividir en triángulos. De hecho, un hexágono regular se puede dividir en seis triángulos equiláteros iguales. Cada triángulo tendrá tres ángulos de 60 grados, lo que equivale a la medida de 180 grados en la sumatoria de sus ángulos internos. En otras palabras, los ángulos interiores de un triángulo siempre suman 180 grados sin importar su forma o tamaño.