El reparto proporcional inverso es una herramienta matemática que se utiliza para distribuir un recurso de manera justa y equitativa según las necesidades. En este tipo de reparto, a medida que aumenta la cantidad de recurso que recibe una persona, disminuye proporcionalmente la cantidad que reciben las demás personas involucradas en el reparto.
Un ejemplo de reparto proporcional inverso es la distribución del tiempo de trabajo en una empresa. Si un trabajador con experiencia necesita menos tiempo para realizar su labor y otro trabajador nuevo necesita más tiempo para hacer la misma tarea, entonces la empresa podría asignar más tiempo al nuevo trabajador y menos tiempo al trabajador experimentado, para que ambos puedan cumplir con el trabajo de manera equitativa.
Otro ejemplo de reparto proporcional inverso es el diseño de políticas públicas en los que se distribuyen recursos de manera proporcional a las necesidades. Si una zona urbana necesita más recursos para el arreglo de sus calles que una zona rural, entonces es justo que se les dé mayor cantidad de recursos a la zona urbana y menos a la zona rural, para cubrir sus necesidades de manera proporcional.
En la medicina también se utiliza el reparto proporcional inverso. Si un paciente requiere de más medicamentos que otro paciente con un problema similar, entonces se puede asignar más cantidad de medicamento al que más necesita y menos al que necesita menos, para que ambos tengan igualdad de oportunidades en su mejoramiento.